jueves, 10 de septiembre de 2009

Union Pacific Stack Train in Victorville, CA

mas largo que un dia sin pan

Union Pacific at Sunset Route

En este video se muestra como llegan nuestros equipos a la sede central en Los Angeles

lunes, 7 de septiembre de 2009

CERN in 3 minutes

CERN: 50 years of Science

Video del 50 aniversario del CERN

avion privado

este es mi avion privado cuando me voy a ibiza

How Do They Do It - Mega Cargo ships

Video 1



Video 2

Aqui en esta relacion de video presento como va ha ser el nuevo canal de Panama

Video 1



Video 2



Video 3



Video 4



Video 5

viernes, 4 de septiembre de 2009

mi curro

este es mi curro, os lo presento





French set new rail speed record;TGV 574 KM/H April 3rd 2007

Os presento un video en el cual se ha realizado el recor en un tren, en concreto el TGV en Francia

El nuevo Alstom AGV

Os presento al Alstom AGV el que va ha ser el reemplazo del TGV

miércoles, 2 de septiembre de 2009

Ginecologia, una profesión de riesgo

Hace poco estaba con unos amigos, uno de ellos estaba estudiando medicina y se quería especializar en ginecología, a lo que le contesto otro amigo que la especialidad que quería estudiar estaba denominada de alto riesgo, para lo cual nos enseñó este video



por lo que juzgad vosotros mismos

martes, 1 de septiembre de 2009

avion privado

este es mi avion privado cuando me voy a ibiza

mi coche

Mi coche para cuando voy al trabajo





jueves, 27 de agosto de 2009

Amy MacDonald - This Is The Life (Official Music Video)

Aqui pongo un enlace para ver el video de Amy MacDonald - This Is The Life (Official Music Video), una de las estrellas del momento del mundo indi



Espero que os guste

Tambien incluyo este otro video de ella

jueves, 20 de agosto de 2009

El diario de Ana Frank, la falsificación literaria más grande del siglo XX

El denominado Diario de Ana Frank es el punto más sensible de lo que constituye una auténtica “industria de la lástima”, que gira en torno del mito del “holocausto”. El contraste de la imagen inocente e infantil de la protagonista, frente a sus intrínsecamente perversos captores, ha convertido a esta obra no sólo en un best-seller mundial (con innumerables ediciones, traducciones, teatralizaciones y adaptaciones cinematográficas), sino además en otro muro de los lamentos, donde toda refutación sobre la veracidad del “holocausto” es respondida con una bien estudiada campaña de histeria y sensiblería.

El historiador británico de renombre mundial, David Irving (hoy detenido por negar el holocausto), el ex profesor de la Universidad de Lyon (Francia) Robert Faurisson, y el estudioso austriaco nacionalizado sueco, Ditlieb Felderer, han demostrado públicamente hasta el cansancio la falsedad de los pretendidos manuscritos que se atribuyen a una niña judía llamada Ana Frank, fallecida por una epidemia de tifus en 1.945 en el campo de Bergen Belsen.

Según se dice, el comerciante judío Otto Frank de la ciudad de Frankfurt (Alemania), huyó junto a su familia en 1.933 a la ciudad holandesa de Ámsterdam, debido a la llegada de Hitler al poder. Cuando durante la II Guerra Mundial los alemanes ocupan Holanda, los Frank deciden refugiarse en un escondite para salvarse de la “persecución nazi”. En 1.944, toda la familia es arrestada y deportada por la Gestapo, siendo el único “sobreviviente” Otto Frank, quien fue enviado a Auschwitz, donde en vez de ser “gaseado”, es hospitalizado a causa de una enfermedad. Terminada la guerra, Frank retorna a Ámsterdam donde le entregan los originales del Diario y publica su primer edición holandesa en 1.947.

En la presente nota, pondremos a consideración del lector los principales argumentos y dudas que existen acerca de la autenticidad y veracidad de lo contenido en dicho Diario. Es importante señalar que el mismo siempre ha sido empleado como el más eficaz golpe bajo de la propaganda sionista contra el Nacionalsocialismo alemán y la actual “Humillada Alemania”.

Pruebas y fundamentos:

En un artículo del investigador Enrique Aynat Eknes, publicado en la revista española Revisión, encontramos los principales argumentos que aquí citaremos. Destaquemos que este trabajo de Eknes tiene como base el excelente libro de Dietleb Felderer titulado “Anne Frank’s Diary, a Hoax” (”El Diario de Ana Frank, una mentira”). Nos detendremos en primer lugar en análisis externos del manuscrito, para luego introducirnos en el texto propiamente dicho.

Ante todo, se debe saber que el estudio que un historiador hace de un documento, como puede ser un diario personal, se realiza con mucho detenimiento, con una pormenorizada descripción de sus características externas tales como tamaño, tipo de papel, cantidad de hojas, cantidad de páginas escritas, espacios en blanco, elemento de escritura, encuadernación y múltiples detalles más. Todo ello permite verificar — entre otras cosas –, si realmente fue redactado en el tiempo y lugar que se le atribuyen, y no caer ingenuamente en un fraude. Este minucioso trabajo, verdaderamente científico, es lo que nadie, hasta la llegada de los revisionistas, había efectuado con los documentos vinculados a los hechos de la Segunda Guerra Mundial.

Anheléis Marie Frank nació en 1929 en Frankfurt, Alemania y muere a causa de una epidemia de tifus a los 12 años en el campo de Bergen Belsenen en el año 1945.

Respecto del llamado Diario de Ana Frank es necesario saber que:
1. Con significativa obstinación, Otto Frank (fallecido en 1980), siempre se negó a que el manuscrito fuera sometido a un análisis exhaustivo a los efectos de verificar su autenticidad.
2. En 1980, a consecuencia de un juicio contra Ernst Roemer — un jubilado de setenta y seis años que se atrevió a negar la autenticidad del Diario –, la Caja Alemana de Defensa Legal logró a pedido del Dr. Rieger que el Departamento Criminal Federal sometiera a análisis los textos y constató que parte de los mismos habían sido escritos con bolígrafo, invento introducido en 1951, es decir, cuanto menos siete años después de la muerte de Ana Frank. Minna Becker
3. Sin embargo, ya veinte años antes, en 1960, la perito calígrafa Minna Becker había dictaminado judicialmente que todos los textos manuscritos del Diario provenían de una sola caligrafía. Por lo tanto, quien hizo el manuscrito puso los agregados con bolígrafo… lo que en términos claros significa que ANA FRANK NO FUE LA AUTORA DEL DIARIO.
4. Una de las pruebas presentadas por David Irving, fue el contraste entre dos documentos, uno conteniendo la caligrafía auténtica de Ana Frank, correspondiente a las cartas enviadas por ella en esa misma época, y otro con las anotaciones del Diario, cuya caligrafía que no se corresponde en absoluto con el de la niña de trece años.
5. Un folleto de la “Fundación Ana Frank de Amsterdam”, afirma que los amigos holandeses de la familia hallaron un cuaderno de ejercicios con tapas de cartón y de pequeño tamaño. El diario sueco Expressen del 10 de octubre de 1976, publica una fotografía de Otto Frank sosteniendo un volumen considerable que en nada se parece al cuaderno mencionado. El historiador Felderer: Con relación al texto en sí mismo, éste es un mar de contradicciones.
6. Resulta poco creíble que en un estrecho refugio, en el que permanecieron durante casi dos años, ninguna de las ocho personas que se encontraban en él supieran que Ana Frank redactaba un diario durante ese lapso (junio 1.942 – agosto 1.944). El padre dice que se entera después de retornar de Auschwitz.
7. La necesidad de silencio en el refugio, para no llamar la atención y evitar ser capturados (23 / 03 / 1.943), se contrasta con las descripciones de las “riñas terroríficas” (02 / 09 / 1.942), “peleas escandalosas”, “gritos y alaridos, golpes e insultos que habría ni que imaginarlos” (29 / 10 / 1.943), así como las prácticas de danza de Ana cada noche (12 / 01 / 1.944).
8. Es curioso, según el Diario, que los Frank para escapar a la persecución hayan elegido las mismas oficinas y el mismo almacén de Otto Frank para esconderse (09 / 07 / 1.942).
9. También es contradictorio cuando dice que Lewin, “un pequeño judío químico y farmacéutico, trabaja para el Sr. Kraler en la cocina” (01 / 10 / 1.942). ¿Cómo?, ¿Un judío trabajando pacíficamente cuando se pretende que los judíos sufren una brutal persecución por parte de las autoridades?…
10. Son reveladoras, nos dice E. Aynat, las tendencias sexuales de esta niña de ¡trece años!: “Recuerdo que cuando he dormido con una amiga, he sentido el fuerte deseo de besarla… No he podido dejar de ser terriblemente inquisitiva sobre su cuerpo… Le pregunté, si como prueba de nuestra amistad, podíamos acariciarnos mutuamente los senos, pero rehusó. Llego al éxtasis cada vez que veo la figura desnuda de una mujer, como una Venus, por ejemplo. Me afecta de tal modo que me es difícil impedir que me caigan las lágrimas. ¡Si por lo menos tuviera una amiga!” (05 / 01 / 1.944) En fin, ¿un poco de pornografía para una mejor venta? ¿Es éste el lenguaje y las inquietudes de una niña de trece años? ¿Es ésta una niña sana?…
11. Según una entrevista a Otto Frank en 1.956, las persianas siempre estuvieron bajas y las ventanas nunca se abrieron, pero Ana afirma que mirar el cielo “es mejor que las píldoras Valeria y el bromo” (15 / 06 / 1.944) contra la ansiedad y la depresión.
12. Finalmente, queda en evidencia el objetivo de este Diario: su germanofobia manifiesta: “Serán permitidas todas las lenguas civilizadas, excepto el alemán” (17 / 11 / 1.942). “Los alemanes son las bestias más crueles que han pisado la faz de la tierra” (19 / 11 / 1.942).

Esto no ha impedido que las autoridades “alemanas” de posguerra hayan introducido el Diario como libro de lectura obligatoria en las escuelas, para auto-denigración de las nuevas generaciones. El Instituto de Revisionismo Histórico de los Estados Unidos (IHR), ofreció nuevamente U.S. $ 25,000.00 de recompensa a quien pruebe que el Diario de Ana Frank fue escrito por ella. Ni la propia fundación constituida sobre este fraude literario se animó a reclamar tan generosa oferta.

El caso de Ana Frank:

El mito, ¿o tendríamos que decir el timo de Anne Frank?, es probablemente ambas cosas a la vez, a raíz de las investigaciones que hemos podido resumir al respecto. Conocida en el mundo entero por su famoso Diario, Anne Frank es sin duda la “víctima del Holocausto” más celebrada. En lo que se refiere a su impacto en el público -afirma el “caza nazis” judío Simón Wiesenthal-, el Diario de Anne Frank es “más importante que los juicios de Nüremberg” ( The Washington Post, 1 de Abril de 1979, página H3) (1).

Organizaciones de influencia y la mayoría de los medios de comunicación occidentales, promueven un culto casi religioso por Anne Frank. El mensual británico History Today (edición de Marzo de 1995), afirma que “El impacto del ‘Diario’ ha sido inmenso, especialmente en las jóvenes generaciones, niños de colegio, adolescentes y estudiantes. En Alemania desarrollaron una especie de culto a Anne Frank en los años cincuenta similar a los movimientos despertados por Santa Teresa y Santa Bernadette. En 1957, la emoción de masas fue canalizada en un peregrinar de dos mil jóvenes, desde Hamburg a Bergen-Belsen, incluso lloviendo, durante la ceremonia en la que se depositaron flores en las fosas comunes, en una de las cuales fue enterrada Anne Frank” (2).

Pero lo cierto es que el caso de Anne Frank no es diferente al de muchos otros judíos sujetos a la política de medidas antisemitas en tiempo de guerra llevadas a cabo por las potencias del Eje, no en menor medida justificada por la declaración de guerra que la nación judía realizó contra Alemania ya en 1933, es decir seis años antes de iniciarse el conflicto bélico (3).

Como parte del programa de evacuación de los judíos de Europa occidental, la niña de 14 años y otros miembros de su familia fueron trasladados por tren de Holanda al campo de trabajo de Auschwitz-Birkenau (actualmente en el sur de Polonia). Varias semanas más tarde, ante el avance del ejército soviético -junto a otros muchos deportados judíos- fue evacuada en ferrocarril de Auschwitz más de 400 kms. dirección occidente, al campo de Bergen-Belsen en Alemania del Norte.

Fue allí donde junto a otros compañeros del campo, Anne cayó enferma de tifus, enfermedad de la que murió a mediados de Marzo de 1945. No fue ejecutada ni asesinada. Anne Frank pereció -al igual que millones de no judíos en Europa durante los meses finales del conflicto-, como otra víctima indirecta de la guerra más devastadora. Su padre, Otto Frank, cayó igualmente enfermo de tifus y fue transferido por los alemanes a la enfermería del campo de Auschwitz, donde se recuperó.

¿SI LOS ESTABAN EXTERMINANDO COMO ES QUE LES DEDICABAN ENFERMERÍAS Y LOS CAMBIABAN DE HOSPITAL EN HOSPITAL?

Finalmente formó parte de los miles de judíos que débiles o enfermos quedaron allí al abandonar los alemanes el campo, cuando en Enero de 1945 los soviéticos arrollaron el mismo. Otto Frank murió en Suiza en Agosto de 1980. Pero si la política alemana hubiera sido realmente la de asesinar a Anne Frank y a su padre, nunca hubieran sobrevivido a Auschwitz. Su caso, todo lo trágico que se pueda considerar, no merece ser falseado por intereses políticos y económicos.

La opinión de Churchil:

La primera víctima de la guerra fue la verdad, cuya tergiversación era utilizada como arma de guerra psicológica. “No sé cuánto tiempo más podremos mantener que los alemanes están matando judíos en cámaras de gas. Es una mentira grotesca, como la de que los alemanes en la I Guerra Mundial fabricaban mantequilla con los cadáveres de sus enemigos”… “Se trata de una mentira que puede poner en peligro nuestra propaganda”. Esta fue la respuesta del jefe de la propaganda británica a Winston Churchill, desaconsejándole firmar dicha acusación contra Alemania, propuesta por el P.W.E. (Political Warfare Executive), departamento inglés responsable de la “guerra psicológica”. La idea fue recogida inicialmente según los rumores propagados por polacos y judíos en agosto de 1942. “El ‘Foreign Office’ enseguida se dio cuenta de que se trataba de una mentira, pues los polacos y los judíos siempre estaban mintiendo para predisponer a Inglaterra contra Alemania” (4). No obstante el P.W.E. decidió utilizar y ampliar estas historias como base en la guerra propagandística contra los alemanes. Es dentro de este contexto de “guerra psicológica” y de “propaganda de atrocidades” en el que hay que enmarcar la historia de Anne Frank.

Pero no únicamente. Como bien indica Felderer (5) en su momento no sólo ha servido para denigrar a Hitler y la Alemania nacionalsocialista, también se ha demostrado útil a la causa de los israelíes en Medio Oriente, otorgándoles la sensación de que sus pretensiones sobre Palestina eran legítimas. Anne era el símbolo de los niños judíos perseguidos. Harwood añade que con ésta y otras historias similares, se ha pretendido acobardar todo nacionalismo (6), a partir de ese momento siempre sospechoso de criminal, en favor de un internacionalismo útil a las pretensiones de las Altas Finanzas de un gobierno mundial.

¿Quién fue el autor del diario?

Pero… ¿Quién escribió el Diario de Ana Frank?

Se dice que “inicialmente, la publicación del Diario fue rechazada por numerosos editores”. Desde 1.952, en que fue editado por vez primera en París — la primera edición holandesa apareció en el verano de 1.947 –, se han hecho más de cincuenta ediciones en todos los idiomas importantes, contabilizando hasta la fecha más de 25 millones de ejemplares vendidos, muchos de ellos a la fuerza, amén de una hollywoodense película de gran éxito, obras de teatro y numerosas adaptaciones transmitidas por radio y televisión. Pretende ser el verdadero diario íntimo de una niña judía de Ámsterdam, de 12 años de edad, escrito durante la ocupación alemana, mientras permanecía escondida con su familia en los fondos de una casa; posteriormente fueron arrestados (4 de agosto de 1.944) y trasladados a campos de concentración, donde Ana Frank falleció a los 14 años de edad, en marzo de 1.945, víctima de una epidemia de tifus que se extendió en la zona. Señalemos aquí que la detención de los Frank la llevó a cabo la policía holandesa (Policía Verde) y que Ana Frank fue trasladada primeramente al campo de tránsito para deportados judíos de Westerbork (Holanda), posteriormente, el 2 de septiembre de 1.944, al campo de trabajo de Auschwitz-Birkenau y en diciembre del mismo año a Bergen-Belsen, donde el fin de la guerra y el caos inherente producido por los bombardeos aliados sobre ciudades y los medios de comunicación y avituallamiento llevarían al hambre y el tifus.

(Táctica muy empleada por los aliados y que consiste en generar un sitio a la usanza de las antiguas guerras en que se rodeaban la ciudadelas, no permitiendo que nadie entre y nadie salga, impidiendo incluso la entrada de ayuda humanitaria, para lo que se destruyen primeramente los caminos de acceso, puentes, aeródromos, aeropuertos etc. Recordemos como lo hicieron los estadounidenses en las primeras semanas de la invasión a Irak.)

Es decir que fue paseada por toda Europa… Según Otto Frank, el “Diario” fue encontrado por casualidad, por él mismo, escondido en una cavidad que, casualmente, se hallaba entre una viga y el techo del lugar donde habían estado recluidos, antes de caer en poder de los alemanes. Ese encuentro fortuito ocurrió, según Otto Frank, bastante después de finalizada la guerra, en 1952, si bien esta fecha no coincide con la de publicación de las primeras ediciones (1.947). Para Wolfgang Benz el diario fue hallado por Miep Gies, una vecina de los Frank en las Prinsengracht 263 de Amsterdam, el mismo 04 / 08 / 1.944, día de la detención.

Se dice que Ana Frank escribió su diario a escondidas. Así lo afirma en su prólogo George Stevens, quien afirma no sólo que el diario era pequeño, sino también “que del pequeño diario sólo Ana tenía conocimiento”. Aquí surge un problema, ¿cómo es que un libro que, según las ediciones, tiene unas 230, 240 ó 290 páginas, puede ser incluido en un diario pequeño que podía ser escondido detrás de unas libretas de apuntes del colegio? A pesar de hallarse en un desván relativamente pequeño, ninguno de los acompañantes la vio escribir, lo cual no deja de ser difícil, teniendo en cuenta que se trataba de un escrito voluminoso. Otros autores no coinciden sobre este punto. Según el historiador catalán Joaquín Bochaca, que una niña de doce años escriba, en la segunda página de su diario, un ensayo filosófico sobre las razones ontológicas que la impulsan a hacerlo; así como que una niña de tan corta edad sea capaz de redactar una historia de la familia Frank, sin notas a la vista; que confinada en una buhardilla esté al corriente de la legislación y las medidas antisemitas de los “nazis”, incluyendo fechas, números de decretos y nombres propios; supone un caso impar en la historia de la literatura universal. El mismo autor hace notar que las ediciones inglesa y alemana del “Diario” difieren tan fundamentalmente, que las diferencias no pueden ser atribuidas, racionalmente, a criterios de traductor.

“La verdad sobre el diario de Ana Frank fue revelada, inicialmente, por la publicación sueca “Fria Ord”, en 1959, en una serie de artículos diarios aparecidos en marzo de 1.959. El 15 abril de aquel mismo año, la revista americana “Economic Council Letter” resumió los artículos de su colega sueco, con la siguiente gacetilla: “La historia nos proporciona muchos ejemplos de mitos que tienen una vida más rica y más larga que la verdad, y que, sin duda, pueden llegar a ser más efectivos que la verdad”. Nuestras dudas aumentan cuando leemos en el “New York Times” del 2 de octubre de 1.955, que en el diario de Ana Frank “sólo figuraban aproximadamente 150 inscripciones” donde se consignaban “cronológicamente las sensaciones e impresiones de una adolescente” (”mamita me trata a veces como un bebé, lo que no puedo soportar”) y “adicionalmente muy pocas que no podrían considerarse como pertenecientes a esa categoría” (”temo mucho que nos descubran y que seamos fusilados”).

No obstante ello, continúa Richard Harwood, el “Diario” publicado consta de 293 páginas y su texto no concuerda con la relación, que acabamos de citar, entre numerosas inscripciones propias de una adolescente y “muy pocas” de mayor o menor referencia política. De hecho, no sólo las observaciones de carácter político del diario, sino su contenido general y su estilo, presuponen un conocimiento de interrelaciones históricas, juicio y arte de la expresión poco comunes incluso entre adultos. La edición “original” del “Diario” nunca fue publicada, puesto que el padre, Otto Frank, decidió expurgar el mismo de fragmentos escabrosos de una adolescente o de críticas a la madre de Ana. Más tarde éste debió admitir que además de la escritora judía Anneliese Schütz e Isa Cauven “para colmar algunas lagunas en el diario debió requerir los servicios del periodista holandés Albert Cauven”. Incluso el poco sospechoso semanario “Der Spiegel”, instrumento principal en la “reeducación” del pueblo alemán, debía admitir que “el ‘Diario’ en su conjunto no es auténtico”. Para el Spiegel queda claro que “aquello que ha hecho emocionar al mundo, no proviene enteramente de la mano de Ana Frank”. “En la edición el ‘Diario’ ha sido transformado por numerosas manipulaciones…”. La investigación oficial llevada a cabo por la Dra. Hübner deduce que el “Diario” publicado está compuesto de 177 capítulos (cartas), que proceden de cuatro diferentes fuentes: 4 del Diario, 5 de un libro de relatos, 69 de dos diarios, que la Dra. Hübner define como primera elaboración del Diario, 99 procedentes de hojas sueltas, que la investigadora define como segunda elaboración del “Diario”.

Juicio esclarecedor:

Mayores sospechas nos asaltan, lógicamente, al estudiar el pleito en que se enzarzaron el conocido escritor judío norteamericano Meyer Levin y el padre de Ana Frank. El juicio transcurrió entre 1.956 y 1.958 ante el “County Court House” de la ciudad de Nueva York, obteniendo el demandante Meyer Levin un fallo a su favor que condenaba a Otto Frank a abonarle una indemnización de 50,000 dólares de la época por “fraude, violación de contrato y uso ilícito de ideas”; el pleito, que se arregló privadamente después de la sentencia por obvio mutuo interés, versaba sobre la “dramatización escenográfica” y venta del “Diario”. El juez, así mismo judío, era Samuel L. Coleman, quien dictó sentencia en el sentido de que Otto Frank debía pagar a Meyer Levin “por su trabajo en el diario de Ana Frank”.

(NOTA: Para cualquier interesado, todo lo referente al caso Levin-Frank está archivado en la Oficina del Condado de Nueva York (N. Y. County Clerk’s Office) con el número 2.241 – 1.956 y también en el New York Supplement II, Serie 170, y 5 II Serie 181).

Así pues, la sentencia del juez — y juez judío — en el sentido de que el autor del “Diario” es Meyer Levin y no la niña, existe. Lo que interesa hacer notar es que de la lectura de la numerosa correspondencia privada de Otto Frank y de Meyer Levin que fue aportada al juicio como prueba de las partes, surge la grave presunción “juris tantum” de que el “Diario” “es substancialmente una falsificación”, y que el autor material de esa falsificación fue el igualmente judío Meyer Levin. Levin, en legítima defensa de sus derechos de autor, además de demandar a Otto Frank por varios millones de dólares por su labor de parafrasear el manuscrito “para el fin que tenía que cumplir…”, pleiteó igualmente contra el productor de cine Kiermit Bloombarden, pues en la película — del mismo título que la obra — aparecen también escenas escritas por él y que no estaban contenidas en el Diario original. Meyer Levin había sido corresponsal en España durante la guerra civil de 1936 a 1939 y más tarde enviado de la “Agencia Telegráfica Judía” durante los enfrentamientos con los palestinos entre 1945 y 1946. La Enciclopedia Judaica le reconoce como “el primer escritor en poner en escena el Diario de Ana Frank (1952)” (Vol. 11, página 109).

Un bolígrafo prematuro:

Pero no acaba aquí todo, y nuestra duda se convierte en decepción cuando descubrimos, como lo ha hecho el historiador británico David Irving tras su investigación, que en el “Diario” de Ana Frank había tinta de bolígrafo. Así lo determinaron unos expertos que acudieron expresamente a Suiza para comprobar el manuscrito original en posesión de Otto Frank. Según estos, parte de los diarios habían sido escritos con bolígrafo – algo imposible al haber fallecido Ana Frank de tifus en 1.945.

Tal vez el lapicito le cayó del cielo

(Lazlo Biro inventor y periodista húngaro nacionalizado argentino, patentó el bolígrafo–birome,nombre compuesto de los apellidos de Biro y su socio Meyn– el 10 de junio de 1.943 en Argentina. Enseguida se comenzó a usar en Buenos Aires. En plena guerra, el gobierno británico compró los derechos de la patente de Biro para el esfuerzo bélico. La Real Fuerza Aérea Británica necesitaba un nuevo tipo de pluma, que no goteara en los aviones de combate a grandes alturas, como lo hacía la pluma fuente. Poco después, la Fuerza Aérea de los Estados Unidos hizo un pedido de 20,000 plumas. y cuya aparición en el mercado para venta masiva data con posterioridad al término de la IIG.M)

Dos ciudadanos alemanes, Edgar Geiss y Ernst Roemer, pusieron públicamente en duda, una vez más, la autenticidad del famoso “Diario”. Ante ello el Tribunal del Distrito de Hamburgo encargó a la Oficina Federal Criminal Alemana (B.K.A.) un examen de los textos para determinar científicamente si la escritura de éstos se había llevado a cabo durante los años 1941 a 1944, basándose en los análisis del papel y la escritura del manuscrito original. Este análisis químico-técnico fue llevado a cabo en abril de 1981, bajo la dirección del Doctor Werner. A pesar de su publicación, la ley del silencio de los “mass-media” intentó dar la menor publicidad posible a los resultados de los análisis. Sí lo hizo el New York Post del 9 de octubre de 1980 mencionando el hecho. Según este análisis, las correcciones, comentarios y añadidos en las hojas de parte del manuscrito fueron hechas en tinta azul, negra, roja, a lápiz y en BOLÍGRAFO de tinta negra, verde y azul. Como comentarios y texto principal son de una misma mano, recordémoslo, el libro fue escrito por alguien después de la guerra o cuando menos lo finalizó pasada la contienda. El original consta de tres libretas encuadernadas y 324 páginas sueltas.

Diferencias en la escritura:

Un calígrafo pudo comprobar, además, que todo había sido escrito por la misma mano y que, por tanto, no podía ser la de Ana Frank. Se trata de Minna Becker, perito calígrafo judía, quien afirmó ante el juez, repetidamente, que toda la escritura del diario pertenece a una misma mano. Para dilapidar este tema sólo ha hecho falta acceder a las cartas auténticas que Ana Frank escribió de niña a unas amigas, publicadas en los Estados Unidos; la letra de estas cartas sí tiene el aspecto normal de una niña de 10 ó 12 años, lo que no es el caso del “manuscrito original”, que nos revelan a un autor de mayor edad. Las cartas fueron adquiridas por el “Instituto Simon Wiesenthal” y, siempre según David Irving, sí son auténticas, no así el diario.

Bochaca confirma asimismo, como han hecho posteriormente otros autores, refiriéndose a Paul Rassinier, que la escritura que se afirma es la de Ana Frank, reproducida en el libro Spur eines Kindes, de Ernst Schnabel, difiere totalmente de la escritura de Ana Frank en el manuscrito original. El Profesor Faurisson, de la Universidad de Lyon, cuya especialidad es la crítica de textos y documentos, y que mantuvo varias conversaciones personales con el padre de Ana Frank, insiste en este tema otorgándole el peso suficiente para llevar al escepticismo sobre el “Diario” de Ana Frank. Su primer trabajo sobre el caso fue publicado en francés en 1980. Una traducción del mismo apareció en el verano de 1982 en el volumen del “The Journal of Historical Review” con el título “Is the Diary of Anne Frank Genuine?” (“¿Es el diario de An Frank genuino?” páginas 147 – 209). Entonces señalaba dos ejemplos de la letra manuscrita atribuida a Ana Frank, ambos escritos cuando esta contaba aproximadamente 13 años, pero extrañamente la primera (datada el 12 de junio de 1.942) parece mucho más madura y similar a la de un adulto que la supuestamente escrita sólo cuatro meses más tarde (10 / 10 / 1.942).

Respondiendo a dicho escepticismo sobre la autenticidad del “Diario”, el “State Institute for War Documentation de Amsterdam” (Rijksinstituut voor Orloogsdocumentatie — RIOD), publicaba un libro en 1986 que incluía el facsímil de una carta supuestamente escrita por Ana el 30 de julio de 1941. El descubrimiento en los EE.UU. de otros varios ejemplos de la letra manuscrita fue anunciado en 1988. El mismo incluía dos cartas fechadas el 27 y el 29 de abril de 1940 y una postal, escritas a alguien en Danville (Iowa). Estas últimas, como las del 12/06/1942 y 10/10/1942, creaban un nuevo problema al “Instituto de Documentación de Guerra de Amsterdam”, dado que la letra manuscrita que aparece en ellas es completamente diferente que la escritura de adulto de la carta del 30 de julio de 1941, así como la mayor parte del manuscrito en cuestión. Estos descubrimientos confirman la creencia del Profesor Robert Faurisson de que la letra manuscrita de “adulto” atribuida a Ana es, en realidad, muy parecida a la letra manuscrita de una de las personas que oficialmente “ayudaron” a Otto Frank a preparar el “Diario” para su publicación después de la guerra. Para Mª Paz López y su artículo en “La Vanguardia”, estas diferencias de escritura son normales (!) en un adolescente (ver las reproducciones adjuntas): El milagro inexplicado de los cambios de letra de Anna Frank, en dos documentos fechados el mismo año:

Ana Frank a la fuerza:

Conviene advertir aquí que para evitar dudas y desbancar las crecientes sospechas sobre la autenticidad del libro, fue impuesto por las autoridades alemanas actuales como “lectura obligatoria” en las escuelas (¡increíble negocio para los propietarios de derechos — Fondo Ana Frank — y editores!) y se llegó al extremo de adoptar medidas disciplinarias (retiro de la “venia docendi”) contra maestros y profesores que osaran manifestar sus dudas al respecto. El Profesor Stielau, de Hamburgo, fue expulsado de su cátedra, en 1.957, por el mero hecho de haber osado poner en duda la autenticidad del Diario. ¡Increíble!. Todavía en 1.976, el padre de Ana, Otto Frank, lleva a cabo acciones y denuncias contra Heinz Roth, de Odenhausen, en un juicio tendente a prohibir publicaciones que sostengan que el diario, tal como se publicó, no puede haber sido escrito por una niña de 12 años.

¿Quién llora por estos niños?

Cerramos esta nota — que solamente ha ilustrado los principales detalles de esta gigantesca mentira publicitaria — con las certeras palabras del revisionista británico Richard Harwood, quien a propósito del Diario dijo lo siguiente:

“Es justo reconocer que las consideraciones que exponemos son hasta cierto punto ociosas. En efecto, no importa demasiado que el Diario sea falso o verdadero. Los eventuales sufrimientos de una niña judía de doce años no son más significativos por el hecho de que haya escrito un diario, que los sufrimientos tanto o más terribles de otros niños judíos; o que las desgracias de los infinitamente más numerosos niños alemanes, italianos, japoneses, polacos o de otras nacionalidades que han sufrido horriblemente, despedazados o quemados vivos, mutilados o inválidos por toda la vida a causa de los bombardeos aliados a ciudades abiertas; abandonados en medio del caos por la muerte o desaparición de sus padres; violados o corrompidos por la barbarie de las tropas enemigas.

¿Pero quien se acuerda de estos horrores?, ¿Quién llora por el niño alemán que corre aullando envuelto por el fuego inextinguible del fósforo líquido?, ¿Quién por la niña alemana violada hasta la muerte por una sucesión de bestias soviéticas?, ¿O por los niños japoneses de Hiroshima y Nagasaki?”

“Porque de todos estos innumerables casos horrendos nadie habla. No hay best-sellers, no hay dramatizaciones, no hay 40 ediciones, no hay cine, ni teatro, ni radio ni televisión. La falsedad del mito de Ana Frank va mucho más allá, es muchísimo más profundo que la eventual falsificación del texto. Reside en la unilateralidad y en la recurrencia infinita del tema. Una especie de Bolero de Ravel de la propaganda, una perfecta aplicación política del viejo tema de la niña inocente atrapada por la maldad, pero que triunfa aún después de la muerte: Blancanieves perseguida por la madrastra perversa, la débil doncella prisionera en el torreón medieval o la inocente heroína que en los filmes del Far West el cow-boy bueno salva en la cabalgata final. Y así, el mito de Ana Frank, por la fuerza de su impacto sobre la sensibilidad colectiva, se convierte no sólo en símbolo de la inocente nación perseguida, sino más aún y contra todas las reglas de la lógica, en prueba indiscutible de la maldad intrínseca, irredimible, de los perseguidores…”

Tomado de Crux et Gladius (
http://cruxetgladius.blogspot.com/2007/06/el-diario-de-ana-frank-la-falsificacin.html)

¿Por qué jode tanto la Libertad de Expresión?

Simplemente porque a nadie le gusta que le digan su verdad, así de sencilla es la situación. Y este gobierno del “ilustrísimo” presidente Alan García, ha confirmado esta teoría. Sé que es incomodo tener medios libres, los cuales hacen ver a la población, en que está fallando el actual régimen. Es molestoso ver que te están vigilando y te dicen; cuidado con las uñas largas. Es por eso que el proyecto que impulsa la congresista aprista, Mercedes Cabañillas, es un misil teledirigido a los medios de información. Es una soga enorme para atar las manos de los periodistas, o simplemente de personas que están interesadas en informar. Es un /guillotinaso/ a las ideas. Es un balazo al derecho de opinión. Y es por eso que no debemos dejar que se apruebe, ni siquiera debemos dejar, y no me refiero solo a los periodistas, sino a la sociedad entera, que las ideas de aplicar tres años de cárcel a un periodista por informar, sea tomada en cuenta. No debemos ni siquiera discutir, sobre ella. Lo que debemos hacer los periodistas, los blogueros, la sociedad, es responder a estos amagues de dictadura sobre la información, con una solo respuesta: NOS JODE QUE QUIERAN ROBARNOS NUESTRA LIBERTAD DE EXPRESIÓN.

viernes, 7 de agosto de 2009

EL PENSAMIENTO DE ORTEGA Y GASSET (1883‑1955)

§ 1 LA FILOSOFÍA ESPAÑOLA.
En gran medida la filosofía española permanece oculta. No ha habido grandes personalidades que marquen el pulso filosófico de los tiempos. Sin embargo, de una manera ocasional un nombre se descuelga y señala el carácter de una labor callada pero intensa. Hace dos mil Séneca veía la luz en Córdoba, y con él se iniciaba un proceso una actividad no por callada menos dinámica e intensa. El escolasticismo medieval y moderno nos proporciona los nombres de personalidades inscritas en una tradición filosófica cuyos ante­cedentes se remontan a Aristóteles y Platón. Y en el Renacimiento destaca una personalidad en el plano filosófico: Juan Luis Vives. Las causas de la ausencia de nombres son complejas y hasta el momento presente no se han sabido o no se han querido explicitar de un modo suficiente. Tal vez el vacío no necesite de suyo demasiadas explicaciones. Por lo que pasamos calladamente la página de estos años silenciosos de aparente ausencia de pensamiento, y nos centramos en los albores de la presente centuria que está a punto de concluir.

§ 2 La filosofía española contemporánea.
En el siglo XIX se produce un momento de inflexión, en Europa, pero tam­bién en España. La generación de 1898 supone una época dorada para la lite­ratura y el idioma español, pero también para el pensamiento. Algunos ensa­yistas también muestran preocupaciones filosóficas.¿Dónde encontrar la fron­tera entre el mundo de los sentimientos y el ámbito del pensar? Montaig­ne, fundador del ensayo, pasa por ser un literato, aunque también es un pensador sólido. Lo mismo ocurre con Unamuno. Azorín presenta una trayectoria marcada por el influjo de Montaigne sobre su persona, como sobre su estilo. Otros, en fin, recurren con preferencia al ensayo político y literario, en sentido amplio (Ramiro de Maeztu, Baroja). Unamuno, el principal, no es ajeno al en­sayo como género literario, pero fue más a la raíz, al fundamento. El funda­mento primario, el sentido originario o está en el hombre «de carne y hueso» o no está en ninguna parte. La respuesta positiva a esta disyuntiva le per­mite colocarse como de un salto, con todo el problematismo que ello implica, en el género de ideas y de problemas contemporáneos.
Unamuno abrió el camino, pero fue Ortega y Gasset quien dio el paso de­finitivo, al asentar su pensar en el curso de una tradición lingüística, (por pensar en español) y filosófica, por asumir, llevar a cabo y ser continuador de una tradición multisecular cuyo origen se remonta a la Grecia Antigua. Además de instalar su pensamiento en el pensar, fue el centro y catalizador de un ambiente filosófico, intelectual de vasto alcance, así como el funda­dor de una escuela filosófica, «La Escuela de Madrid», única escuela filosó­fica contemporánea que se ha dado en el mundo hispánico, que yo sepa. En ella se integró lo mejor de la inteligencia española, y pudo formarse una Primera Generación de pensadores que recibieron de manera directa el influjo y el magisterio de Ortega, que además de ser un gran sabio humilde (un amante del saber, esto es, un filósofo en sentido propio) era una gran personalidad. Y a partir de esa generación de discípulos directos se enriqueció notablemente el paisaje intelectual de España. Entre los nombres significativos, sin pre­tender agotar el número, señalaremos aquí a García Morente, a Xavier Zubiri, a Julián Marías, a Rodríguez Huescar y a Ferrater Mora.

§ 3 El marco Histórico, filosófico y cultural
El pensamiento de Ortega y Gasset de despliega a lo largo del siglo XX, Se trata de un pensador que ejerce su magisterio y su doctrina dentro de ese siglo XX. Es esta época se desarrollan corrientes filosóficas tan importantes como la fenomenología, de Edmund Husserl y M. Scheler, el psicoanálisis de S. Freud, el vitalismo de Nietzsche, y, sobre todo de W. Dilthey, el Neokantismo de la escuela de Marburgo, en cuyo seno se formará ortega y Gasset, el existencialismo, etc. Solo para citar las corrientes centroeuropeas, dado que Ortega y Gasset, tras acabar sus estudios en la Universidad central de Madrid (se licencia en 1902) estuvo estudiando en Alemania (en Leipzig, 1905) y vuelve en 1907, siguiendo estudios en Berlín y en Marburgo, fruto de estos viajes fue un conocimiento profundo de la filosofía de su tiempo, en concreto tuvo acceso a la fenomenología, el vitalismo, el neokantismo, en algunas tesis se adelantó al existencialismo de Heidegger, corrientes estas que permitieron un diálogo filosófico lo que le permitió y organizando y gestando una doctrina que presenta una sello característico: el raciovitalismo, o la razón vital, y es que el tema de la vida apenas se había tratado desde la razón.
ORTEGA Y GASSET (1883 -1955)
A.— LA VIDA
Nace en Madrid, el 9 de mayo de 1883. En 1897 acabado el Bachillerato, estudia Derecho y Filosofía, primero en la Universidad de Deusto, Luego, en la Universidad Central de Madrid, doctorándose en 1904, con una tesis sobre «Los terrores del año mil». Marcha a Alemania, en 1905 a perfeccionar sus estudios. Estudia en Leipzig, Berlín y Marburgo, conoce la filosofía neokantiana y el vitalismo de Dilhey. A su regreso a Madrid, obtiene la cátedra de Psicología, Lógica y Ética de la Escuela Superior de Magisterio en 1908. En 1910 obtiene la Cátedra de Metafísica. En 1914 publica Meditaciones del Quijote. En 1924 funda la Revista de Occi­dente. En 1929 renuncia a la Cátedra como gesto de oposición a la dictadura del General Primo de Rivera. Se clausura la Universidad Central y Ortega imparte el curso ¿Qué es filosofía? En el cine Rex y, luego, en el teatro Beatriz. En 1931 con Pérez de Ayala y Gregorio Marañón funda la Agrupación en defensa de la República, tras intervenir en los debates sobre el Estatuto de Cataluña, se disolverá dicha agrupación, al año siguiente. Esto supondrá su retiro definitivo de la vida política. En 1936, el 20 de julio se traslada a la Residencia de Estudiantes, exiliándose en París. Viaja a la Argentina y, de regreso a Europa, se instala en Lisboa. Regresa a España en 1945. Es conferenciante y viajero, a la par que escritor en periódicos y revistas. La muerte le sobreviene el 18 de octubre de 1955
B.— LA OBRA
─ Meditaciones del Quijote (1914) ─ ¿Qué es filosofía? (1947,1958)
─ España Invertebrada (1921) ─ Idea de principio en Leibniz (1958)
─ La rebelión de las masas (1930) ─ Origen y epílogo de la filosofía (1960)
─ Historia como sistema (1941) ─ Unas lecciones de metafísica (1965)
─ El hombre y la gente (1957) ─ Sobre la razón histórica
El libro ¿Qué es filosofía?, no es propiamente un libro, es un curso de filosofía pronunciado en el cine Rex y luego en el teatro Beatriz, en febrero de 1929. El teatro fue alquilado para tal efecto. El motivo de tan insólita decisión fue el cierre de la Universidad Central, y su renuncia a la Cátedra. Y aunque había que pagar una matrí­cula, reducida a la mitad para los estudiantes, asistió un público muy numeroso y heterogéneo que con­tribuyó a llenar la sala. Posteriormente, las lecciones que componen este curso fueron recogidas en el Tomo VII de las Obras Completas (de 1947) y más tarde, en edición independiente (Madrid 1958). Desde este punto de vista Ortega escribió muy pocos libros. Los más importantes títulos, en realidad son recopilaciones de artículos (La rebelión de las masas) o cursos como este que ahora tratamos.
La lección X es interesante dentro del pensamiento de Ortega porque en ella se examina de una manera completa y rigurosa, la estructura de la vida humana, entendida como realidad radical, esto es como aquella realidad desde la cual es posible entender no solo la realidad que soy yo, sino toda otra realidad. Debemos señalar lo innovador del planteamiento, y como esta realidad más fundamental viene a ser culminación de un proceso de pensamiento que tiene en cuenta no solo el pasado filosófico (idealismo, realismo, etc,) sino una discusión con los planteamientos filosóficos del presente.
Como el tema de pensamiento de Ortega sigue muy de cerca esta lección X, el comentario lo reservamos para la doctrina.
C.— LA DOCTRINA
Introducción: Años de formación y madurez
En el pensamiento de Ortega puede observarse una progresión gradual ascendente, desde sus inicios, hasta dar con la clave de una doctrina que estaba pidien­do que alguien la hiciera consciente y necesaria, que alguien la pusiera por escrito; una doctrina en donde par­tiendo de la tradición filosófica, y teniéndola presente, supusiera un cam­bio, un retorno hacia un principio más radical si cabe y esto sin romper con los procedimientos al uso que son ló­gicos, racionales. Su doc­trina ha sido denominada con el nombre de raciovi­talismo. Esto supone el descubrimiento de la vida, por un lado; y que la vida, puede captarse, aprehenderse, con las categorías de la razón, pues, de otro modo, no sería inteligible. Por eso es preciso tener cuidado con el con­cepto de razón que maneja Ortega; no se trata, en efecto, de una razón pura, matemática, ni de una razón física, cosmológica, ni tampoco del concepto de razón que suele utilizarse en las ciencias biologistas. La razón de que habla Ortega tiene en cuenta todos estos aspec­tos de la razón, pero postula una dimensión más profunda y radical, como el dar cuenta de sí mismo, del modo en que uno vive.
§ 1.— LA FILOSOFÍA COMO BÚSQUEDA DE RADICALISMO.
Ortega y Gasset en su madurez intelectual encuentra un muevo principio para el filosofar. Este encuentro está atestiguado desde 1914 época en que escribió sus Meditaciones del Quijote. En 1924 en El tema de nuestro tiempo, lo perfila con una mayor claridad. Y en este curso, alcanza una de sus cimas más maduras. Esa realidad radical es mi vida. Pero, para darse cuenta de la importancia de esa afirmación: realidad radical, es preciso saber que es realidad y qué es radical.
—El Concepto de realidad. (Realitas, res, las cosas).
Para los antiguos la reali­dad son las cosas; para los modernos la reali­dad se circunscribe a la intimidad, a la subjetividad, porque lo que genera la realidad es el cogito del Yo. Para nosotros ──afirma, p.216── significa vi­vir, por tanto intimidad de uno consigo mismo y con las cosas. Pero, además, se da cuenta de que esa realidad no es radicada en otra, sino que ella es principio y fuente de sentido; por ello afirma que es radical, la vida es la raíz radical; todas las demás realidades tienen su asiento, su fundamento en la vida. Es preciso, pues, examinar la vida. El examen que hace Ortega es un tanto descriptivo y se aparta en alguna medida de lo que numerosas ciencias entienden por vida. Ortega piensa que la razón científica, (de fines del siglo XIX y principios del siglo XX) es radicalmente insuficiente para aprehender el sentido emer­gente de la vida en la plenitud de significaciones que conlleva, por lo que es preciso hacer un esfuerzo intelectivo que, por otro lado, lejos de apar­tarse del concepto de razón lo aplica en una dimen­sión más profunda, casi inédita.
§ 2.— EL TEMA DE NUESTRO TIEMPO.
¿Cual es el gran tema de nuestro tiempo? Sin duda alguna la vida hu­mana. En nuestro tiempo se ha asistido al surgimiento de una realidad nueva, que no es otra sino la de la vida. Este hecho de importantes consecuencias se barruntó a fines del siglo pasado, con Nietzsche, con Kierkegaard y otros significados pensadores. Todo el ambiente filosófico postulaba la necesidad de un cambio en el orden y función de las ideas. Una de ellas, la Idea de Hombre se abre camino imparable. Pero en realidad sólo entiendo al hombre desde la perspectiva de su vida, por ello, el verdadero tema no es el hombre sino algo íntimamente relacionado son él, su vida, la existencia humana. «Si no se nada de mi mismo, esto es de mi vida ¿cómo podré saber algo del mundo en que vivo y de Dios»? dice Max Scheler (El puesto del hombre en el cosmos) Así pues, el sentido del hombre, el sentido del mundo y el sentido de Dios, viene dado desde la vida del hombre que como hemos dicho es la raíz radical.
§ 3. —LA VIDA HUMANA EN EL HORIZONTE Y EL HORIZONTE VITAL
Queremos entender esta realidad nueva. Sólo disponemos de las palabras, de los términos que nos transmite la lengua; vocablos de uso corriente que, en principio, carecen de una significación técnica, filosófica. (Empezarán a tenerla a partir de la reflexión iniciada por Ortega y se asentará con sus seguido­res y discípulos). Debemos suponer sin embargo, que si la nueva reali­dad emergente es la realidad de la vida, ésta no ha salido de la nada. Es una consecuencia que se produce en el interior de una tradición multisecular; es preciso tener en cuenta y asu­mir dicha tradición filosófica. Como no es po­sible hacer un estudio completo de la historia de la filosofía, Ortega repara en dos momentos importantes de la Historia que han trasmitido sus mensajes, al mismo tiempo nos han dejado una radical insuficiente. Estos dos momentos que ahora entra­mos a valorar e interpretar son el realis­mo y el Idealismo. El realismo se remonta sin duda a Aristóteles, el Idealismo a Platón. En la presente ocasión sólo trataremos el segundo.
a.— Insuficiencia del realismo; O filosofía de las cosas. Según esta doctrina, que se remonta a Aristóteles, pero que en el momento presente ha adoptado las formas del naturalismo, del biologismo y del espiritualismo, la vida humana no puede reducirse a ser una mera «cosa». No es, pues, una «cosa», dentro de la cual se encuentran otras «cosas». Ortega piensa que la vida humana no tiene una consistencia fija y dada de antemano, a semejanza de las «cosas» que pueblan la naturaleza: una piedra, un guisante, un animal; por ello no puede ser definida al modo como se definen las cosas diciendo que posee una naturaleza, una sustancia, una estructura más o menos fija. El realismo y el naturalismo han fracasado a la hora de pretender entender y explicar la vida humana. Por eso cree nuestro autor que a la vida humana hay que despojarla de toda cosidad o cosificación, de toda sustancialidad. La vida humana es un drama, un faciendum. (His. como sistema)
b.— Insuficiencia del idealismo; El idealismo es una corriente de pensa­miento que tiende a solucionar el problema del conocimiento en el interior del sujeto, en su pensamiento. Si yo pienso las cosas, es indudable que mi pensamiento existe, y que en cierto modo la existencia de las cosas depende también de mi (p.217). Pero el idealismo tiene una vertiente problemática, insuficiente a todas luces; si nos preguntamos qué son esas cosas que depen­den de mi (pensamiento) y respondo, de acuerdo con los idealistas, que esas cosas son tan sólo contenidos de mi conciencia; entonces Ortega no puede estar conforme. Porque es un contrasentido, como afirmar un cuadrado redondo. Las cosas por mucho que se diga no son ingredientes, ni de mi conciencia, ni de mi espíritu; sino al revés, al entrar en contacto mi conciencia con las cosas me doy cuenta que mi conciencia es diferente, que son otras las cosas, diferen­tes e independientes de mi. Aquí, sin señalarlo, está aludiendo al concepto de intencionalidad. La conciencia no es una entidad cerrada sino abierta, un campo que se extiende hacia fuera, hacia lo otro. Porque la conciencia es intencional no se da sin el darse cuenta, es preciso lo otro, el objeto para que la conciencia se ejercite y explicite. Y esto no lo tuvo en cuenta el idealismo y por eso es radicalmente insuficiente.
Ortega estimaba el idealismo, a pesar de su carga de insuficiencia, una rémora pesada que arrastraba durante siglos, y es que uno es fiel a lo que estudia, a pesar de reconocer con el tiempo y la madurez su falta de consis­tencia. Por eso vuelve sobre él, repetidas veces, a analizarlo para entresacar su porción de verdad.
§ 4.— SUPERACIÓN DEL IDEALISMO
La superación del idealismo viene dado en relación con esta intenciona­lidad a que estamos aludiendo: «si existe sujeto existe inseparablemente ob­jeto, y viceversa. Si existo yo que pienso, existe el mundo que pienso» (p.218) Obsérvese que estos juicios se enuncian desde una postura estricta­mente car­tesiana, idealista, para que se vea mejor el contraste. Esto supone un hecho nuevo, el hecho de la coexistencia, y luego se agregan una serie de afirma­ciones intencionales. Coexistir es ver yo algo que no soy yo, amar yo a otro ser, sufrir yo de las cosas. Y es que si no se da ese algo, no se da mi per­cepción, si no existe el otro distinto al que mi amor tiende, no se daría mi amor; si no se dan las cosas no podría darse mi sufrimiento por ellas, de modo que tanto el percibir, el amar como el sufrir son intencionales.
§ 5.— EMERGENCIA DE LA REALIDAD RADICAL: EL VIVIR, LA VIDA.
Una vez superado el idealismo deberemos reparar en qué es lo verdadera­mente primario, radical. Lo primario del universo es el «vivir» (p.221) Esta es la verdad nueva, casi inédita, el gran descubrimiento. El vivir, la vida es, pues, un hecho primario. La idea de hombre sólo aparece desde mi vida, en el curso de mi existencia; por tanto, es una realidad fundada en mi vivir. Y lo mismo puedo decir de las demás ideas, de mundo, libertad, Dios, tienen su fundamento en mi vivir. Aquí aparece una interesante distinción entre raíz radical y raíces radicadas.
—Raíz radical y raíces radicadas: Por raíz radical entiende una raíz primaria, básica y fundamental que sirve de punto de partida y de donación de sentido a diversas realidades existentes. Estas otras realidades por fundar­se en esta realidad fontanal se denominan realidades radicadas o fundadas. Su ser depende de esa raíz; pero esta raíz primaria, radical, no depende de otra cosa ajena o externa para comprenderse.
Señalaremos de pasada que esta realidad que es el vivir es un descubri­miento epocal, relativamente reciente; sin embargo, pueden mostrarse­ algu­nos antecedentes en el pasado filosófico e histórico. Todos aquellos pensadores que con conciencia lúcida repararon en la importancia de la existencia para el desarro­llo del pensamiento, y entre las personalidades más destacadas te­nemos a San Agustín, a Pascal, a Nietzsche y a Kierkegaard.
§ 6.— ATRIBUTOS DE LA VIDA
Atributos son perfecciones. En la Edad Media se aplicaba este concepto a Dios, realidad suprema (Atributos de Dios). En Ortega implican si no perfec­ción en un sentido acabado, si perfectibilidad, o , cuando menos, algo con lo que el hombre debe contar de un modo necesario algo así como una conditio sine qua non. En el presente libro señala el autor una serie de atributos o perfectibilidades que el hombre encuentra en su vivir y que son intrínseca­mente necesario para que se despliegue su vida en el doble plano espacio‑ temporal. La siguiente lista no pretende agotar al hombre en su humano vivir, sino ser tan sólo un botón de muestra, un reparar en esencialidades insoslayables, en donde se muestra a las claras la gran penetración intelectual del Ortega maduro. Estos son:
a] Que es mía.
Afirma: «Vida es lo que hacemos y lo que nos pasa»(p.226) Siempre esta­mos haciendo algo. El vivir es una realidad extraña y única que existe para sí misma. Todo vivir es vivirse, sentirse vivir, saberse existiendo. Este saber no implica conocimiento intelectual puro; contiene otros ingredientes: la percepción, el sentimiento. La piedra ni se siente ni se sabe. Por el con­trario el vivir humano tiene un ingrediente de revelación, de descubrimien­to, de nosotros mismos; también del mundo que nos rodea, nuestra circunstan­cia. Las fases del descubrimiento van del nosotros al yo, o mejor a lo mío, a tomar posesión de esa realidad que soy yo, que es mía.
Observa Ortega que este carácter de autoposesión vital es el que falta al demente, al loco; y es lo que nos lo hace tan inquietante y desazonador; por estar enajenado; esto es, fuera de sí mismo. Una máscara de la vida auténtica. El loco no se sabe a sí mismo, dice.
b] Que es mundanal o se despliega en un mundo.
Si vivir es lo que hacemos, el hacer está suponiendo la idea de ámbito o Mundo, donde se encuadre la acción. La vida es mundana. Mundo, en la acepción actual, no es una cosa ni una suma o agregado de cosas, sino el ámbito donde se encuentran las cosas y donde yo me encuentro. Vivir, pues, es comprender­se en un mundo, es encontrarse a sí mismo en el mundo, ocupado con las cosas y seres del mundo. Heidegger, pensador contemporáneo, afirma que el hombre es un Ser en el mundo (In der Welt sein). El mundo forma una estruc­tura for­mal. Desde muy temprano se percató Ortega de que el vivir no es posible si no hay un orbe o mundo lleno de otras cosas, objetos o criaturas, distintos de mí, y que forman conmigo una unidad estructural; es lo que expresaba con la esa frase célebre: «Yo soy yo y mi circunstancia», si no gano mi circunstancia no me gano yo, y si la pierdo me pierdo yo. Todo vivir, señala (p.229) es ocuparse con lo otro que no es uno mismo, todo vivir es convivir con una circunstancia.
c] Que es convivencial.
Es otro rasgo fundamental que encontramos en la relación hombre‑mundo. El hombre, mejor, la persona, forma parte de un mundo, participa del mundo, esto es, se ocupa de las cosas que encuentra (y también de las personas, que no son meramente cosas) y la relación es tan directa, tan intensa, que nues­tra vida depende tanto de lo que sea nuestra persona, como de lo que sea nuestro mundo. Hay, pues, dos polos, el del hombre y el del mundo. No pueden ni deben desconocerse, pero tampoco darse por separado, aislarse, si se quie­re comprender el hecho radical del vivir. Desde el polo de la persona vivir es enfrentarse al mundo; desde el ángulo del mundo, este se compone sólo de lo que nos afecta, y lo que nos afecta es inseparable de nosotros de nuestro azaroso o seguro vivir.
d] Que es imprevista.
El azar, la seguridad o inseguridad, es el hilo conductor para compren­der el nuevo atributo vital que aparece ante nosotros. Que la vida es siem­pre imprevista. Esto resulta inteligible cuando reparamos en que la vida nos ha sido dada, pero no hecha. «No nos hemos dado a nosotros la vida, señala (p.230), sino que nos la encontramos al encontrarnos con nosotros mismos». Pero con este término se incluyen más cosas, por ejemplo la posibilidad y, sobre todo, la libertad, fundada en esa radical imprevisibilidad. Dentro del mundo en que me encuentro se abre un núcleo de posibilidades de hacer o no hacer, de voliciones y noliciones. Si vivir es hacer, si la vida nos ha sido dada, pero no hecha, entonces no tengo más remedio que irmela haciendo y para ello tengo que elegir, ¿de qué manera? ¿de un modo determinado, unila­teral, sin poderme salir de un camino previamente trazado? No. Por la radical imprevisibilidad de mi vida se está haciendo patente una de las estructu­ras formales del vivir humano: su libertad. No es que el hombre tenga más o menos libertad, en todo caso la libertad es algo que puede perderse, sino que la libertad es un constitutivo de la persona. Ser hombre es ser libre. Y además es una libertad, rica en posibilidades, que me libera que me lleva al interior del ser, de mi vida y a comprender mejor la realidad, la circunstan­cia en que me encuentro. Esta libertad radica en la decisión, existencial, vital.
ε] Que tiene una trayectoria.
El hacer del hombre es plural y vario. Numerosos, incontables son los actos que realizamos al cabo del día poniendo en práctica nuestra decisión libre para elegir esto más bien que aquello otro. Pero, a pesar de no haber una orientación predeterminada a todos y cada uno de nuestros actos, al cabo de un tiempo, cuando hacemos un alto, y nos tomamos un instante de reposo, y lanzamos nuestra mirada hacia atrás, al pasado, a lo ya sido, se pergeña ante nuestra vista una trayectoria más o menos difusa o continua, un camino recorrido, una etapa ya superada. Es la trayectoria vital, de cada cual; es el resultado del hacer, del quehacer vital. (Ortega decía que la vida da mucho quehacer) porque los actos que realiza­mos, no se desprenden de nosotros sino que forman una urdimbre íntima, personal e intransferible, que es nuestra propia y peculiar biografía. Y esta trama personal puede contemplarse, según Ortega, como una trayectoria que forma un sustrato íntimo, rico o pobre, lleno o vacío de toda persona, y que en sus perfiles, en sus aristas funda­mentales puede contemplarse desde dentro o desde fuera.
f] Que es temporal.
Ahora nos enfrentamos con el atributo más íntimo del vivir humano: la temporalidad, porque el humano vivir es algo que se despliega en el tiempo. El camino recorrido es hacia dentro. Vivir es decidir constantemente lo que vamos a hacer y lo que vamos a ser, porque nuestro hacer es nuestro ser. Pero lo que vamos a ser es algo que no somos (ahora); es algo que seremos,(luego, en un futuro próximo o lejano). Reparamos en este hecho: la vida tiene una dimensión huidiza, futurizante. Lo que hacemos, nuestras decisiones, tienen una dimensión de fututo. Desde este futuro, como límite que se escapa de nosotros, pero hacia el cual nos dirigimos, reparamos en que nuestra vida está constituida por una sucesión de actos; una sucesión en el tiempo, y nos sobreviene, un sentimiento interno de ese decurso temporal siempre fluyente. La vida humana tiene tres manifestaciones temporarias. Son: el pasado, el presente y el futuro. Ortega repara en la importancia del futuro, como un toparnos radical y primario, ya se nos aparezca ésta, la vida, como proyecto de realización o como cumplimiento de nuestras posibilidades, en todo caso «la vida es una actividad que se ejecuta hacia adelante»

EL PENSAMIENTO DE NIETZSCHE

A.] El marco histórico. El siglo XIX
Entre la muerte de Kant en 1804 y el nacimiento de Nietzsche (1844) no hay una distancia grande en el plano cronológico (40 años) sin embargo, en el plano histórico, cultural y filosófico se producen grandes cambios y tienen lugar importantes movimientos en Alemania, como en el resto del contienente. Con la Revolución Francesa (1789) se marca el fin del Antiguo Régimen, caracterizado por las Monarquías paternalistas y absolutistas. En Inglaterra se adelantó. Pero la edad contemporánea, la actualidad podemos verla en las consecuencias abiertas por la Revolución francesa, lo que supuso el fin de la Ilustración y la aparición del Nuevo Régimen. Y trajo como consecuencia el imperio de Napoleón y el surgimiento de Alemania y de Italia como naciones. La primera del brazo de Prusia cuya capital es Berlín. En 1949 Marx y Engels crean el Movimiento socialista revolucionario. En 1861 Sube al trono Guillermo I de Prusia. Bismarck, su canciller, busca la hegemonía de Prusia sobre Europa. En 1870 tiene lugar la guerra franco prusiana que concluye con la derrota francesa y proclamación en Versalles del II Reich alemán. Guilllermo I es proclamado emperador de 25 Estados alemanes. Italia logra la unidad con Víctor Manuel. Y en 1871 Roma se establece como capital de Italia. En 1888 muere Guillermo I y sube al trono Guillermo II tras un breve reinado de Federico III. En 1990 es destituido Bismarck. 1898 Guerra Hispano Norteamericana. 1914 I Guerra Mundial.
§ 1 La edad contemporánea.
Desde un punto de vista más profundo si los actos humanos son consecuencia de las ideas que se tienen y de los pensamientos que florecen en un espíritu pensante, la edad Contemporánea se inicia en el paso de la razón pura, criticada por Kant a la razón dialéctica e histórica abierta, estudiada y sistematizada por Hegel. El pso se establecería con la publicación de la Fenomenología del espíritu, de Hegel en 1807
§ 2 La revolución científica y la revolución industrial.
Se origina en el siglo XVII, en el siglo siguiente de la Ilustración comienza a dar sus frutos, aplicanse las leyes de la ciencia a la mejora de los cultivos; las cosechas son más abundantes; un mayor cuidado e higiene traen consigo una mejor salud, una mayor calidad de vida y un aumento de la población. A fines del XVIII la industria se adelanta a la ciencia en Inglaterra, la ciencia confirmará las predicciones de la técnica, adquiriendo un carácter dirigente. Surgen las primera máquinas de vapor, aplicadas a los tejidos, luego se aplicarán a los barcos y a los ferrocarriles, en el siglo XIX, ya en la época de Nietzsche se acortan las comunicaciones.
B.] El marco cultural.
El marco cultural y filosófico no se diferencian en esencia pues la filosofía no es sino un producto cultural y depende de lleno de una cultura dada. En el marco cultural deberíamos destacar las obras del arte, de la ciencia y de la filosofía. El arte se hace ecléctico, por el gusto por la Edad Media se rescata un neorománico y un neogótico, que hoy puede observarse en algunos edificios sobre todo ingleses. En pintura y literatura el romanticismo, explosión del sentimiento frente a la razón ilustrada. La ciencia experimenta un despegue en este periodo. Aparecen y se desarrollan ciencias nuevas: la biología y la química. Y tiene lugar un hecho importantísimo: el desarrollo de la teoría de la Evolución de las especies por Ch. Darwin

C.] El marco filosófico.
Nos interesa de una manera particular, porque las ideas los pensamientos son el motor de las acciones. En esta época se produce un gran fermento intelectual y filosófico. Para centrarnos en el continente europeo, tenemos el prerromanticismo, que se adelanta en Alemania, luego el romanticismo, a principios del siglo XIX, Alemania e Inglaterra toman la delantera. En Alemania tiene lugar el Idealismo, que es un corriente que viene a continuar la filosofía de Kant, denominada por algunos como Idealismo crítico, tras él Fichte, Schelling y Hegel. En Francia tiene lugar el positivismo con A. Comte. De Hegel surgirán una serie de movimientos, en general críticos de gran alcance y difusión, como el materialismo de Marx. El voluntarismo de Schoenhauer, la filosofía de Feuerbach. El irracionalismo de Kierkegaard y de Nietzsche.
§ 1 El idealismo crítico de Kant. Se llama idealismo a aquella corriente de pensamiento que viene a colocar la solución del problema del conocimiento y de la realidad en el interior del sujeto, en su mente, en su intelecto. Idealismo se opone a realismo, que se atiene a las cosas, y a materialismo. Podemos distinguir entre un idealismo objetivo y otro subjetivo, el primero es el que acabamos de caracterizar, el idealismo subjetivo es aquél que afirma que pensar es pensar por ideas, y las ideas, los contenidos de nuestra mente, cuando esta piensa, son imágenes de nuestras percepciones. Este último puede ser empírico o trascendental, que es el de Kant, por la vinculación que se da entre la sensibilidad que aporta el contenido y el entendimiento que aporta la forma en el fenómeno.
§ 2 El prerromanticismo (Sturm und Drach) Goethe y Schiller. Antes de la muerte de Kant, hacia 1770 se inicia la corriente prerromántica con Goethe (1749-1832) y Schiller, La obra desencadenante es: Las desventuras del Joven Werter (17741, 17782). El interés de esta obra, además de la calidad literaria es estriba en la exaltación del sentimiento frente al poder de la razón destacado por la Ilustración.
§ 3 El romanticismo: Novalis, H. v. Kleist. Es un movimiento literario que sucede al prerromanticismo y que se adelanta en Alemania con la obra de Novalis. Seudónimo de F. von Hardenberg (1772-1801): Himnos a la noche (!799) ; una serte de sistema poético en donde predomina el sentimiento, y una suerte de geografía nocturna tan del agrado de los románticos. Tras Alemania e Inglaterra esta corriente se extendió por toda Europa.
§ 4 El idealismo Alemán. Es sin duda la corriente de pensamiento de mayor envergadura Se inicia con la filosofía de Kant, llamada también idealismo crítico o trascendental, culmina con el Idealismo absoluto de Hegel (1831) y termina con el pensamiento del viejo Schelling. Sus representantes son:
a.] El idealismo trascendental de Fichte (1762-1814). Es de clara inspiración kantiana, si bien Kant que ayudó a la publicación de su obra: Sobre el concepto de la Teoría de la ciencia (1794) rechazó expresamente la «intuición intelectual» admitida Fichte pero incompatible con la filosofía critica.
b.] El idealismo objetivo de Schelling (1775-1854) Del Schelling de la primera época
c.] El idealismo absoluto de Hegel (1770-1831) Representa la culminación del idealismo. En su obra La ciencia de la lógica (1812), la mayor obra erigida al espíritu, se contiene no solo la marcha de la lógica que es la marcha misma del pensar, también la marcha y despliegue de la naturaleza en su dinamicidad interna y externa y del espíritu en todas sus formas desde el saber más aparente y alejado de sí, hasta la idea Omnicomprensiva del Saber Absoluto: que se sabe a sí mismo y se conoce a sí mismo. También es el creador de un método, dialéctico que va a ser muy utilizado pensadores , doctrinas y escuelas posteriores. El pensamiento de Nietzsche es antitético del de Hegel.
§ 5 La herencia de Hegel: el positivismo y el marxismo. Hegel murió en 1831, sus herederos se agruparon en dos bandos la derecha hegeliana y la izquierda. Ya en vida Schopenhauer, el pensador más literario de todos, en 1819 recién acabada la tesis doctoral anunció su curso a la misma hora que Hegel y no fue nadie. Este autor de El mundo como voluntad y representación, fue uno de los maestros de Nietzsche. Ya en la izquierda hegelianan debemos señalar a Feuerbach y al marxismo
§ 6 El irracionalismo de Kierkegaard (1813-1855) Nietzche no llegó a conocer a este autor que, por potro lado llevó una vida bastante similar salvadas las diferencias. Y que viene a ser el padre del existencialismo contemporáneo, de igual modo que Niezsche se presente como padre del vitalismo.

EL PENSAMIENTO DE NIETZSCHE: (Vida, obra, doctrina)
«Inocencia y olvido es el niño, un comenzar de nuevo, un juego, una rueda que gira por sí misma, un primer movimiento. Un santo decir sí.». Nietzsche: Así habló Zaratustra (I, 1)
Introducción.
Federico Nietzsche es un pensador que procede del campo de la filología clásica. Dotado de un gran talento como escritor y de una sutil y profunda inteligencia, encontramos en él, cuando se refiere al ámbito de lo pensado, junto a metáforas luminosas y profundos pensamientos­ conceptos ambiguos, e ideas no claramente expresadas ­y el sentido que acostumbra a dar a ciertos términos no suele coinci­dir con el que tienen en su acepción corriente o tomadas desde un punto de vista lógico, conceptual o científico.
Hay, no obstante, otras dificultades; en principio su pensamiento es fiel reflejo de su personalidad: «He escrito mis libros con mi propia sangre», declara. Pensamiento y vida se condi­cionan de un modo tan estrecho e íntimo, que dejar a un lado uno de estos dos polos hace que su pensamiento resulte falseado y poco menos que imposible de entender. Desde esta óptica, su obra es expresión, fijada en carac­te­res de imprenta, de su vida, de ese drama peculiarísimo y propio que consti­tuyó su trama vital. Otra dificultad son los elementos nuevos que introduce en filosofía: el aforismo y el poema, que dificultan la comprensión de su pensar. No es extraño que llegue a decir de su filoso­fía que se oculta bajo máscaras, pues: «Todo lo que es profundo se oculta bajo másca­ras». Pero estos disfraces, estas máscaras son también aplicables a su propio pensamiento. En gran medida nos resulta problemático e insondable lo que quiso decir y pensar.
A estas dificultades debemos añadir que Nietzsche se ejercita en una reflexión infinita, sin concesiones, sin término de llegada. Dotado de una extraordinaria agudeza psicológica llega a pensar lo más profundo en esa arista pequeña y sutil entre lo inefable y el silencio abismático. No obstan­te su escaso bagaje conceptual, a menudo su pensamiento llega a conmovernos, a pesar de observar en él algunas contradicciones y no pocos diagnósticos errados que, lejos de debilitarlo, parecen afirmarlo, fundamentarlo.
I. La vida de F. Nietzsche
Discurre entre 1844 fecha de su nacimiento en la casa parroquial de Röcken, (Turingia) el 15 de octubre, y 1900 fecha de su muerte en Weimar, el día 25 de agosto. Entre medias de esas dos fechas haremos constar que en su casa era tenido como un niño prodigio del que conservan sus disertaciones y estudios musicales. Estudió en Pforta, Bonn y luego en Leipzig. Estudiando filosofía clásica. Pero la lectura de Schopenhauer le inclinan hacia la filosofía de una manera no académica, sino particular o privada. En 1869 unos trabajos sobre Teognis, Simónides y Diógenes Laercio, le valen para ser nombrado profesor de filología clásica en Basilea (Suiza), un caso insólito. Se convertirá en ciudadano suizo. Comienza su amistad con R. Wagner. En 1770 estalla la guerra Franco-prusiana; participa como enfermero de una ambulancia. A pesar de la rápida victoria alemana, se va distanciando de la cultura alemana y de los alemanes. En 1871 escribe El nacimiento de la tragedia en el espíritu de la música. Libro mal acogido por los filólogos y que en las restantes ediciones, sobre todo tras la ruptura con R. Wagner, aparecerá como El nacimiento de la tragedia. Nietzsche se int3eresa por la física, la biología y la medicina. Su salud se va quebrando, dolores constantes de cabeza y de estómago, dificultad de palabra, que le llevan a renunciar a la docencia. Gracias a Overbeck, amigo suyo, obtiene de la Universidad en 1878 una modesta pensión. A partir de entonces comienzan los años de vida errante.
Recorre varios países: Suiza, Italia, Francia. A veces vuelve a su pueblo Naunburg. Su enfermedad se agudiza. En 1887 publica Humano, demasiado humano. A partir de 1880 tiene una ligera mejoría comienza el periodo más intenso y rico de su vida y de su producción literaria y filosófica, periodo que se abre con Aurora (1880) y prepara la Gaya ciencia (I y II, 1882). Antes, en 1881, estando en Sils María, tiene una experiencia turbadora difícil de definir pero a la cual di mucha importancia hasta el punto de llamarla su pensamiento mas profundo: el Eterno retorno de lo idéntico. El año siguiente de 1882 conoce a Lou Salomé, joven rusa, que admiraba a Nietzsche por su talento intelectual y del que escribió una de las mejores biografías que se han escrito (en 1894). Entre 1883 y 1885, aparecen los cuatro libros de Así habló Zaratustra, un libro para todos y para ninguno. Después 1n 1888 publica Más allá del bien y del mal. Su salud se va resintiendo, parece cada vez mas aislado y solitario. Apenas si las ediciones de sus libros, que le cuestan dinero, cuentan con unos pocos ejemplares que, además, apenas se venden.
En el año 1888 se produce una gran actividad intelectual, escribe numerosas obras que verán la luz póstumamente. A fines de 1888 escribe unas cartas bastante extrañas. El 3 de enero de 1880 se produce la crisis de Turín. Overbeck le recoge en un estado lamentable y le lleva muy a su pesar a Basilea; le interna en un hospital psiquiátrico donde se le diagnostica una «parálisis progresiva». Su madre se hace cargo de él y lo traslada a un hospital de Jena. Pasado un tiempo, será trasladado a su casa. La evolución de su enfermedad prosigue lenta pero implacable, Muere en Weimar en 1990, el 25 de agosto.
II Nietzche : La obra
A parte de la obra Sobre verdad y mentira en sentido extramoral, que entra para comentar, escribió otras, algunas de las cuales han alcanzado gran renombre, como La gaya Ciencia, Así habló Zaratustra, La genealogía de la moral, El crepúsculo de los ídolos, Ecce Homo o Mas allá del bien y del mal. Algunas de estas obras, como Ecce Homo y Sobre verdad y Mentira en sentido extramoral, aparecieron póstumamente. Esta última fue escrita hacia 1873, fecha de la publicación de su primera obra filosófica El Nacimiento de la tragedia. Por lo tanto pertenece a su primer periodo, estético que hemos caracterizado como metafísica del arte y del artista. Sin embargo su pensamiento es bastante maduro, y al final de su vida lúcida viene a reafirmar sus pensamientos iniciales, formulados en el primer periodo.
Sobre verdad y mentira en sentido extramoral. Es un escrito corto. Solo tiene dos capítulos, probablemente inacabado. Se inscribe dentro de los escritos y conferencias preparatorios lugar a la obra: El nacimiento de la tragedia. Este no llegó a publicarse. Otros escritos son: Sócrates y la tragedia, El drama musical griego, La visión dionisiaca del mundo. En todos ellos descubre un uno elementos que serán clave para el desarrollo de su pensar posterior de su pensar, se trata de una formulación un tanto tosca pero que veremos desarrollada en el último periodo y esta interpretación es, tal vez muy a su pesar, lo que hace de Nietzsche un pensador metafísico cuya interpretación hace variar radicalmente la concepción que tenemos del mundo griego, y de la historia de occidente, así como del lugar que en todo ello ha jugado la razón.
El título. Es un tanto ambiguo. El término extramoral nos indica que no se trata de la ética el ámbito donde se saca o aplica el escrito de Nietzsche. El término mentira es el que introduce la ambigüedad, porque en un marco teórico, no moral sino intelectual lo contrario de la verdad es la falsedad o el error. Pero Nietzsche se mueve como pez en el agua en el seno de la ambigüedad y por ello no debe preocuparnos ya que, en numerosas ocasiones utiliza los términos lógicos como términos psicológicos, como fenómenos subjetivos, que afectan y tienen lugar en la esfera, en la conciencia de un sujeto.
Estructura y contenido. La estructura es sencilla: dos capítulos de extensión diferente, el 2º es mucho más corto. El 1º se abre con una metáfora. Examina la tierra desde fuera y juzga la historia universal entera como un minuto altanero y falaz. Visto desde el cosmos es posible. Este hecho le lleva a negar el valor del intelecto. Y se sorprende del filósofo que se piensa como el ombligo del mundo, como si desde todas partes se le contemplara y admirara. Es el tema del engaño, de la falsedad y del error. ¿Dónde y cómo se originó todo esto?
El contenido. Las tesis principales son: el pensamiento miento, no conduce a la verdad, no porque se equivoque y hierre, que también lo hace, sino porque es falaz y engañoso, más que una facultad de ve verdad es una capacidad de fingimiento. No dice que sea taxativamente falso, sino falseador. El lenguaje no expresa la naturaleza de las cosas, El hecho de la pluralidad de lenguajes así lo demuestra. Las palabras jamás llegan a la verdad. En la naturaleza no hay seres abstractos sino individuales y concretos. La verdad es convencional: lo que yo interpreto, y como utilizo las metáfora, las metonimias. En este punto afirma que la verdad depende del sistema de conceptos de cada pueblo. Como hay una gran variedad de pueblos hay una diversificación de la verdad. (Más adelante en el último periodo radicalizará un tanto esta postura hasta reducirla al sujeto, por ello la verdad es algo relativo no hay verdades eternas, ni universales y necesarias.
El capítulo segundo se habla del hombre intuitivo. Todo el rezuma entusiasmo. El hombre ahora no se guía por conceptos, sino por intuiciones. Y no existe ningún camino que conduzca desde esas intuiciones a la región de las abstracciones. Luego contrapone los dos tipos el hombre de razón y el hombre de intuición el intuitivo y el racional. Este hombre intuitivo lo descubre Nietzsche en la Grecia antigua es tan irracional ante el sufrimiento como ante la felicidad. Su antítesis es el hombre estoico, tal vez para nuestro autor, símbolo de la decadencia del espíritu griego, desde luego se trata de un pensamiento posterior a la gran filosofía de la época clásica. Surge tras la muerte de Aristóteles.

III LA DOCTRINA
§ 1 Valoración de Nietzsche: crisis de la razón, crisis de la cultura.
El gran mérito de Nietzsche consistió en percibir cómo bajo la estable apariencia de una comodidad vacía se escondía una profunda crisis epocal que se apresuró a denunciar. Esta crisis era en esencia religiosa, metafísica, y moral. Frente a esta crisis preconizará un individualismo sincero y auténti­co, pero también un individualismo áspero, sin concesiones a la galería. El hombre parece encadenado por diversas doctrinas y sistemas cerrados de pensamiento que le impiden desarrollar sus potenciali­dades.
Frente al encasillamiento del hombre; frente a la mediocridad imperante; y frente a la vacuidad de las doctrinas sociales que surgen durante el si­glo, afirma la libertad fundamental del hombre y su dignidad como persona. Podemos contemplar a Nietzsche como creador de un siste­ma filosófico, enton­ces su pensamiento nos parecerá endeble, confuso por momentos, y ambiguo; o podemos contemplarlo como crítico de la cultura, entonces se nos aparecerá extraordinariamente fecundo, pero, a menudo, su critica es sofística; Pode­mos contemplarlo como diagnosticador del futuro, su visión parece dotada de una intensidad de penetra­ción que no deja de ser in­quietante.
§ 2 Los periodos de su vida intelectual
El pensamiento de Nietzsche en su evolución puede compren­derse en cuatro periodos de extensión casi parecida y de los cuales se percataron en vida sus propios amigos y comentadores (Lou Salomé y E. Fink). Los dos primeros periodos son de preparación; el tercero abarca el periodo de madurez, el más importante y rico en cuanto a su producción lite­raria y filosófica; el cuar­to y último, aquél en que extraen las conse­cuencias negativas y aporta las claves para entender la totalidad de su filoso­fía. Por ello nos referiremos de un modo más extenso a estos dos últimos periodos, porque es donde se con­suma su visión del mundo y de la vida, si bien como también podremos comprobar esta visión ya estaba en el primer periodo.
1º periodo. Estético. Metafísica del arte y del artista.
Centrado en la obra estética El nacimiento de la tragedia. Su título inicial, por influjo de Wagner fue El nacimiento de la tragedia en el espíri­tu de la música (1873).Pero tras romper con él lo dejó en la forma más abre­via­da que conocemos. Su preocupación principal es la estética, ciencia de la sen­sibilidad y en ella se destaca un fenómeno que tiene resonancia en todos los ámbitos de la cultura. Me refiero a la Tragedia Griega, a su origen al carác­ter total de la representación, al pensamiento que en ella discurre, al equili­brio inestable, sutil, que a ella caracteriza. Música y canto, arte plás­tico y representacional logran una síntesis inigualable, irrepetible, expre­sión tal vez acabada y madura de dos instintos griegos: Lo apolíneo y lo dionisiaco.
Lo apolíneo, simbolizado por el Dios Apolo es el instinto de lo figu­rativo, el espíritu de medida, geométrico, el espíritu de la bella apariencia, de la forma y disposición ordenada. Lo dionisíaco simbolizado por el Dios Dionisos, que es el dios de lo caótico y desmesurado, representa el espíritu de lo informe, el frenesí extático, sexual, simboliza el espíritu de la música. Lo interesante de la interpretación de Nietzsche es que ambos instin­tos tan antagónicos, tan antitéticos, se encuentran en la tra­gedia griega en un raro equilibrio, que no volverá a repetirse en la historia de la cultura. Esto hace de la tragedia griega un acontecimiento único e irrepetible. Ya más discutible es la consecuencia que saca de este fenómeno cultural: la filoso­fía, cuya época de esplendor situamos en el siglo IV a. J. C., con Sócrates, Platón y Aristóteles­, es un fenómeno de decadencia, en donde la razón en auge, idealista y antivital, viene a suplir los instintos griegos, y esto tiene un causante y un responsable: Sócrates y Platón, en el sentir de Nietzsche. De este periodo es la obra Verdad y mentira en sentido extramoral.
2º Periodo. La Ilustración
Este periodo viene a ser un homenaje a la cultura francesa. La obra fundamental es Humano, demasiado humano, en donde encontramos una discusión interna con Schopenhauer, filósofo de la voluntad y gran comunicador de ideas y del que toma numerosos temas, y Wagner, de quien se va apartando cada vez más. Junto a ello, y tras proclamar el predominio de la ciencia, quiere exami­nar críticamente las pretensiones de la metafísica, la religión, el arte, la moral, el genio y la cultura. Estamos en un periodo de transición, de preparación, que logrará una mayor perfección en las etapas venideras.
3º periodo. Madurez. Periodo de Zaratustra
Este periodo se inicia en 1882 con Aurora y termina en 1885. Las obras principales de este periodo son: Aurora, (188 ) La gaya ciencia (1882). Así habló Zaratustra (1883‑84) y Más allá del bien y del mal (1885).
Por el título de las obras que lo conforman podemos asegurar que esta­mos en el periodo más positivo y creador de Nietzsche. La obra principal es sin duda Así habló Zaratustra donde se encuentran tratados y desarrollados todos los temas fundamentales de su pensamiento. Dentro de este periodo de Zaratustra se encuentra el libro V de La gaya ciencia, (escrito en 1886 y cuyo texto se encuentra al final)
Los temas fundamentales de este periodo son: «El último hombre» y «el superhombre»; «La muerte de Dios», «la voluntad de poder»,«El eterno retorno de lo idéntico» y «el nihilismo». En realidad todos estos temas están rela­cionados y el tratamiento de unos nos llevan al planteamiento y formulación de los otros, pues hay en Nietzsche un verda­dero sistema filosófico. Nosotros trataremos, por su repercusión e impor­tancia, la relación antitética, de an­tagonismo profundo que plantea Nietzsche entre Dios y Hombre.
El Ultimo Hombre y el Superhombre. Se encuentra desarrollado en el inte­resantisimo prólogo de Así habló Zaratustra. Zaratustra, al bajar de la caver­na en la que había permanecido solitario, meditando, durante diez años, trae consigo un mensaje nuevo: «Dios ha muerto». Y así se lo comunica al anciano santo que encuentra en el bosque. ¿Qué significa esta muerte de Dios?. Se tra­ta de una situación antitética cuyo sentido puede resumirse: si con el con­cepto o idea de Dios se resume todo lo incondicionado, absoluto e ideal, con la «muerte de Dios» se expresará todo lo contrario. Así, tras la «muerte de Dios» el verdadero lenguaje del hombre ya no es nombrar a los dioses la invocación de lo santo, del ideal. Ahora el lenguaje es del hombre al hombre. Dios representa los valores tradicionales, los ideales que han entrado en de­cadencia y que deberán ser superados, precisamente por su pérdi­da de vigencia.
Frente a este derrumbamiento, simbolizado en esa expresión tan gráfica ¿Qué es lo que propone Nietzsche?. Propone un cambio radical, una nueva orien­tación, ¿Hacia dónde? Hacia sí mismo. Este ir hacia sí mismo del hombre, su­pone una toma de conciencia de su propia y peculiar situación mundanal, pues es aquí, en la Tierra, y no en las etéreas regiones celestiales ni en los su­tiles ámbitos de un ideal abs­tracto y transmundano, donde el hombre desarro­lla su vida y despliega su ac­tividad vital. Si, pues,«Dios ha muerto»,y Dios era la fuente de sentido y de significado espiritual y moral, religioso y metafísico del hombre, entonces sólo quedan: el hombre mismo (por la imperio­sa necesidad que tiene el hombre de reparar en sí mismo); y el Mundo, la Tierra (como lugar donde se produce el habitar del hombre).
La antítesis es entre Dios y el hombre. La «muerte de Dios» supone la vida y reinado del hombre. La vida de Dios la muerte del hombre. Es­to último, entendido como una agonía que ahora termina, es, en el sentir de Nietzsche, lo que ha ocurrido en los veinte últimos siglos de tradición filosófica.
Filosóficamente el tema de la «muerte de Dios» (que es el tema central del Libro I de Así habló Zaratustra, como del Libro V de La gaya scienza) supone una declaración de guerra contra la metafísica de Hegel y contra el dualismo cristiano. Para Nietzsche la «muerte de Dios»,el hecho decisivo de su tiempo (siglo XIX) simboliza la quiebra de los valores tradicio­nales. En virtud de la quiebra de estos valores nos instalamos en un tiempo de cri­sis, decae la metafísica­ los valores morales que se encuen­tran en estrecha conexión con los valores metafísicos se volatilizan. La crisis de la meta­física y la disolución de la moral son, en el sentir de Nietzsche, el signo inequívoco y profundo de una crisis sin precedentes en la cultura occidental que, de este modo, experimenta el agotamiento de sus fuentes y su inevitable acabamiento. ¿Y después? Nada. Esto es, la nada: el nihilismo (que será tratado por exten­so en el periodo siguiente). Podría haberse sacado algo (tal vez un as de la manga) pero decidió experimentar hasta el fondo este nihilismo.
4º periodo. final. La hora del crepúsculo y del nihilismo.
Este periodo final de su vida lúcida está comprendido entre los años de 1887 y 1889 en que cae víctima de una enfermedad mental. Durante este periodo logra dar remate ­a su pensamiento. Por ello, suele­ partirse de este periodo para ­explicar su filosofía. Mas lejos de avanzar con nuevos plantea­mientos, no rebasa el periodo de Zaratustra. Pero sí extraerá, sus consecuen­cias negativas. Es la hora del crepúsculo, la hora del nihi­lismo.
En Así habló Zaratustra se había referido al «ultimo hombre»,al «Super­hombre», a la «muerte de Dios», al «Eterno retorno de lo idéntico», a la «voluntad de poder», al «nihilismo», en este último periodo ya no avanzará más, tampoco puede decirse que su pensamiento retroceda, parece pretender ordenar­se, configurarse en un sistema coherente. Según Fink (p.172) está dedicado a la «mitad destructiva de su obra» que serán:«la disolución de la ética, de la religión y la destrucción de la metafísica».
Se trata de un periodo fecundo; Numerosas obras verán la luz. No son de­ma­siado extensas, pero sí importantes. En algunas se encuentran esas claves de que hemos hablado. Mas allá del bien y del mal (1886), Genealogía de la moral (1887), El caso Wagner (1887) El crepúsculo de los ídolos, (1889) El anticristo (1888),Nietzsche contra Wagner (1888) Ecce Homo (1888). Mediante un pensamiento sin concesiones a la galería, efectuará una tarea crítica en verdad demoledora contra la metafísica y contra la moral. A esta labor de negación, de antítesis llamamos antitéti­ca y por eso empezamos por ella.
§ 3 La filosofía como antitética
La antítesis es el hilo conductor para la interpretación del pensamien­to de Nietzsche en este periodo final. También la encontramos explícitamente formulada en periodos anteriores. Antítesis (anti‑thesis) significa oposi­ción, contraste. En sentido filosófico significa negación, pues es lo contrario, lo opuesto (anti) a una afirmación (thesis).Nietzsche utiliza la antíte­sis como concepto, como categoría y como método.
a.] Como «concepto» es lo negativo que se enfrenta a lo presunto posi­tivo decadente.
b.] Como «categoría» es la nega­tividad en virtud de la cual se enfrentará a lo establecido, sea esto presen­te, actual o pretérito, tradi­cional.
c.] Como «método» es un camino de conocimiento, de inda­gación opuesto a otros, en particular al método dialéc­tico De Hegel. Para Hegel la antítesis era una categoría dialéc­tica fundamental, el verdadero principio motor de su pen­samiento: la negati­vidad. Nietzsche es deudor del pensamien­to de Hegel, al igual que otros pensadores (Kierkegaard, Marx). Por ello, aunque se opone frontalmente al pensa­miento hegeliano, de hecho se encuentra dentro de su esfera de influencia. Su rebe­lión contra él y contra lo que representa su época, en el fondo no es otra que un inten­tar llevar a cabo y consumar la obra De Hegel en un doble senti­do: de «consumir» (ago­tar las posibilidades), y de «acabar» (esto es, perfec­cio­nar y realizar) las posibi­lidades inheren­tes a dicha dia­léctica que, en Nietz­sche, se convierte en una antitética.

Con Nietzsche la dialéctica de Hegel se convierte en una antitética.
§ 4 Crítica y destrucción de la metafísica y de la tradición occidental
Nietzsche relaciona la crítica de la metafísica y de la ética con la crisis de los valores crisis moral y religiosa de la civilización occi­dental. Diagnos­ticó que esta crisis era el resultado necesario de la pérdi­da de la fe en Dios y en la religión.
¿Es posible responder de un modo afirmativo a un mundo vacío de Dios y de Trascendencia? Esta antítesis agobiadora se instalará en el centro de su pensamiento e irá radicalizándose a medida que transcurran los años; en su periodo final contendrá una crítica despiadada a la metafísica, la re­ligión y la moral, que implicará una crítica a la sociedad y la política. En el presente tema nos referiremos al problema metafísico.
§ 5 El problema metafísico
La metafísica es ciencia de la totalidad a la par que una ciencia pro­blemática, empezando por su nombre. Bajo el nombre de meta­física suelen agru­parse una constelación de problemas que han ido sucediéndose a lo largo del tiempo. En su seno ha tenido lugar la discusión sobre las cuestiones prime­ras y últimas relativas al «Ser Supremo», a «Dios», al «Mundo», al «Hombre», la «Verdad», la «Razón», etc. La metafísica tuvo su origen en Grecia y sus iniciadores fueron Heráclito y Parménides. Parménides (que influirá decisi­vamente en Platón),es el iniciador de la especulación griega sobre el Ser en su unidad, y de la iden­tidad de ser y pensar: «es lo mismo ser y Pensar». Heráclito, también habla de la presencia universal del Ser: «La permanencia del río sólo existe en el discurrir de las aguas», de modo que ser y devenir coinciden. Lo característico de ambos, es que el ámbito donde discurre y se ejercita su pensamiento, el ámbito de la physis.
§ 6 Nietzsche y la metafísica
Nietzsche, desde su primera etapa, estética pretendía volver al ver­dadero fundamento de la metafísica. Este fundamento no se encuentra en Platón, como se ha pensado hasta ahora, sino en los pensa­dores presocráticos; en particular, en Parménides y Heráclito. La labor de Nietz­sche será semejante a la que efectuara Descartes, quién buscaba, a través de la duda, un fundamento fijo, estable y uni­versal, para la certeza. Nietzsche es uno de esos pensa­dores que sienten la necesidad de retornar al principio para buscar allí la fuente de la verdad y del error. Por ello, aunque severa­mente crítico con la metafísica, Nietzsche pasa por ser el «último metafísi­co», pues se mantiene dentro de su órbita inmanente.
En su retorno al fundamento de la metafísica hay una crítica de la me­tafísica tradicional. ¿De qué método se sirvió para efectuarla? ¿de qué instrumento? ¿en qué con­sistió esa crítica? ¿Cómo la llevó a efecto? ¿Cuales fueron las consecuen­cias?. Son cuestiones que contestaremos en breve.
§ 7 La psicología como instrumento
Nietzsche empieza haciendo un análisis crítico de los conceptos meta­físicos con el fin de ver su viabilidad; Conceptos como: «Ser»,«Ra­zón»,«Mun­do» (Physis), «Dios», «Verdad», «Bien», etc. son pasados sistemáticamente por la criba de la crítica. El método que sigue es antitético: «Una suerte de arte psicológico para el que estaba muy bien dota­do», pero cuyo arte no se parece a ninguna psicología conocida­. En este punto conviene observar que el campo de batalla en su crí­tica de la metafísica, no se plantea en el terreno de la lógica o meta­físi­ca, sino en el campo de la psicología; por ello, no pode­mos se­ñalar como una victoria sobre la metafísica, su pretendida crítica y destruc­ción. ¿Por qué? Porque no examina pensándolas, la verdad o falsedad de los conceptos fundamentales y de las ideas, desde un punto de vista lógico o real (ontológico), sino que a los conceptos fundamen­tales de la metafísica empieza por hacer­los sospecho­sos, esto es, falsos. Pero los conceptos meta­fí­sicos no tienen por qué ser ni lo uno ni lo otro, ni sospe­chosos, ni falsos; de la mera sospecha de una cosa no resulta su falsedad constitutiva. Para seña­lar que un concepto metafísico es insuficiente o falso no basta con de­cla­rarle sospechoso, no basta con que uno lo diga. Se precisa un análisis rigu­roso, que llegue a una conclusión categórica de su false­dad e inviabili­dad. Y no es esto lo que hace a menudo Nietz­sche.
Según Fink, en Nietzsche «la psicología usurpa el lugar de la metafísi­ca». Es como si dijéramos que convierte los problemas metafísicos en proble­mas psicológicos y al hacerlo, los da un tratamiento psicológico, personal. Y como el planteamiento es serio, riguroso, examinaremos cómo lo saca adelante.
§ 8 Crítica del planteamiento socrático
Desde un punto de vista histórico, suele situarse el punto de parti­da de la metafísica tradicional en Platón o más exactamente en Sócrates, su maestro; por eso Nietzsche «antes de atacar la ontología platónica ataca en Sócrates la existencia platónica; esta se le aparece como decadencia de los instintos de Grecia». Los caracteres psicológicos de Sócrates estaban ya in­sinuados en su primera etapa, pero ahora, El crepúsculo de los ídolos nos muestra una opinión descarnada. ¿Que es lo que ve Nietzsche en Sócrates?. Ve que la «racionalidad», esa facultad que nosotros tenemos como específica del hombre, aquello por lo cual somos no meramente hombres sino «seres humanos», suplanta a la «seguridad de los instintos»;por tanto, la razón es sospechosa, porque, en el pensar de Nietzsche, aparece como un signo, como un síntoma de decadencia. Así, pues, la Equiparación socrática:«Razón» = «Virtud» = «Felicidad», es de «lo más extravagante que existe y tiene en su contra todos los instin­tos de los antiguos helenos» (sic.)
§ 9 Crítica del planteamiento platónico
Tras el ataque y descalificación de Sócrates vendrá el ataque a Platón. Nietzsche estudió la obra de Platón con seriedad y ri­gor y por ello observa­mos en él, una no pequeña influencia que él mismo se ha encargado de señalar, al decir de su propio pensamiento que es «un plato­nismo al revés»; y como los extremos se tocan, dar la vuelta el pensamiento de Platón significa encontrarse, por antítesis, dentro de su esfera de influencia.
Si pudiéramos reducir a un sólo término el sentido de la crítica que hace a Platón diríamos que le acusa de «egiptismo», entendiendo por este tér­mino la marcada tendencia de su filosofía a la inamovilidad, al estatismo, que existe de un modo permanente en al Mundo de las Ideas y que, en el sentir de Nietzsche, no es sino la consecuencia necesaria de la admira­ción y conoci­miento que tenía Platón de dicho país. Naturalmente el acusarle de egiptismo supone la descalificación de su filosofía por fijarse en algo de fuera, en algo extrínseco a la propia sustancia cultural helena, desaten­diendo con ello, los instintos de los antiguos griegos. Y descalifi­cado el todo se recusa también cada una de sus partes.
Nietzsche verá en Platón, el causante de un hecho, leve en la apariencia, pero de consecuencias enormes para la historia del pensamiento. Hay que decir que casi todo el mundo ha visto en ello un hecho positivo como lo atestigua la his­toria misma de la metafísica que, con diversos avatares, es la historia de Occidente. Nietzsche ve en ello un error fun­damental que ha per­durado a lo largo de los siglos.
¿En que consistió ese error, ese leve cambio con reper­cu­siones tan trascendenta­les? Al cambiar el ser por las ideas, producto de la mente inter­na, no de la percepción, se producirá un alejamiento del ser, con su consiguiente olvido, olvido del ser que es la cuestión funda­mental; y, como conse­cuencia, la introducción del pensamiento por un camino errado.
La metafísica de Platón es idealista porque la verdad y el ser están en las ideas, no en las cosas. Al trans­formar el «ser» en «idea» se produce una interiorización y aleja­miento del ser porque las ideas tienen su asiento en la mente, dentro de nosotros, lo que hace que el «ser» sea un producto mental, no de la realidad (physis); También se produce una interiorización ­de la verdad por­que esta ya no tendrá por referencia esencial al ser; ya no será verdad del ser, sino de las ideas.
§ 10 Retorno a Heráclito y la crítica de los conceptos metafísicos.
No se crea que por criticar el idealismo platónico, Nietzsche retor­nará a la noción presocrática de ser, una noción no demasiado sencilla dado lo fragmentario de lo testimonios. Basado en una personal lectura señalará: «Heráclito tendrá eterna­mente razón en su aserto de que el ser es una ficción vacía. El único mundo es el aparente, a él se agrega el mundo verdadero apelando a una mentira». En esto puede resumirse el núcleo su crítica a la metafísica:
Sólo existe este mundo que se nos ofrece a los sentidos, mundo sensible, real, material, efectivo, mundo antitético respecto del verdadero mundo de que hablaba Platón (antitético del Mundo Ideal).
La filosofía, el pensamiento, al crear ese otro mundo Ideal en oposición y antítesis de este mundo aparente, se ha equivocado gravemente y sus conse­cuencias tal vez estemos pagándolas ahora.
Para Nietzsche no es el mundo biológico de la sensibilidad el ilusorio, si­no el mundo metafísico de la sustancia, la permanencia, la causa y el ser los que en verdad se equivocan, incurren en ilusiones y falsedades.
No son nuestros sentidos los que mienten o nos engañan, sino la ra­zón (el espíritu socrático y platónico), quién introduce todos esos factores que deforman y falsifican, lo que nos trasmiten los sentidos. La razón, pues, falsea la realidad.
El ser no existe (por sí mismo). Es tan sólo lo que interpretan los hombres. Como Ser es solo «Ser interpretado», no hay realidad alguna fuera, al mar­gen, de nuestras interpretaciones de la realidad. En consecuencia: el conocimiento dependerá del sujeto cognoscente, será un conocimiento relativo, pues no hay dos sujetos iguales.
Como toda concepción del ser lleva aparejada una concepción de la ver­dad, pues preguntarse por el ser es preguntarse por su verdad, si no existe un ser separado y al margen de nuestras percepciones, no habrá una verdad acerca del ser y de la realidad, será tan sólo una verdad creída y sentida: Verdad será entonces el modo en que percibo el mundo y las cosas que en él encuentro. Esto supone un relativismo radical: lo que es verdad para mí puede no serlo para ti; incluso puede que lo que es verdad para mí para ti sea una pura mentira.
Si no hay un ser permanente no puede haber verdades eternas, universa­les y necesarias; o puede no haber ninguna verdad.
§ 11 El nihilismo
La consecuencia no deja de ser patente: el nihilismo. Un nihilismo que se esforzará por superar, pero no lo conseguirá. Un nihilismo que se extien­de implacable a
todos los ámbitos: Al metafísico, al religioso y al moral.